Las cosas no tienen gracia. Le hacen gracia a la gente. A pocos, a muchos. ‘Historias lamentables’, de Javier Fesser, que se ha estrenado en Amazon Prime Video antes que en salas, anda entre ‘Relatos salvajes’ y ‘El milagro de P. Tinto’ o cualquiera de las singulares películas de Fesser. De hecho, en el cartel, y debajo del título pone: “Una comedia muy de Javier Fesser». Cuatro historias diferentes unidas por un hilo invisible (las cosas no las ves venir). Sin muchas irregularidades. Quiero decir, que una no es mucho mejor que otras. Que te guste una más, vale, pero mantienen el nivel. O lo suben. El guion de Claro García y Fesser te lleva a encariñarte y odiar a unos personajes lamentables, casi de tebeo. A sufrir unas situaciones extremas y rocambolescas, aunque sea en la piel de otros. Una comedia demencial y diferente.
Los favoritos de Hitchock
Blackie Books ha editado los relatos favoritos del mejor adaptador de relatos: ‘Alfred Hitchcock presenta: Cuentos que mi madre nunca me contó’. Pero él se encargó de recopilarlos para propio disfrute, para el cine o la televisión y para esta selección que se publicó en 1963. Suspense, terror ligero, bromas macabras, historias policiacas. El propio Hitchcock en 1963 aproximó el contenido: “Te espera todo un abanico de emociones, exceptuando, claro está, aquellos sentimientos más tiernos y amables, con los que yo no tengo nada que ver”. Y los relatos son de gentecilla como Shirley Jackson, Roald Dahl, Bradbury, Jane Rice o Richard Matheson.
Matrimonios a la británica
La galesa Abi Morgan es la guionista y escritora de la serie ‘The hour’ o de las películas ‘La dama de hierro’ y ‘Shame’. En 2018 creó y escribió ‘The Split’, que ahora está disponible en Filmin. Es una muy atractiva ficción contemporánea sobre una familia de abogadas matrimonialistas (madre e hijas). Y también sobre familia, traiciones, escándalos públicos, secretos privados e infidelidades en el Londres de hoy. A Nicola Walker (inquietantemente parecida a Vanesa Martín en rubia) la hemos visto en ‘Collateral’, ‘Unforgotten’, ‘Last Tango in Hallifax’ o ‘Scott and Bailey’. Estas dos últimas de Sally Wainwright, otra grande de la escritura británica.
Lo japonés
El japonés Sakaguchi Ango (1906-1955) decidió, durante su paso por la universidad Toyo, alcanzar la iluminación. Su rutina de estudio y meditación lo llevó a un estado de agotamiento mental. Para recuperarse se puso a estudiar sánscrito, pali, tibetano, francés y latín. Empezó a publicar sus relatos en 1928, una mezcla de terror e irracionalidad. Al final de la guerra escribió ‘Sobre la decadencia’, que acaba de editar Satori de manera primorosa. Ese imprescindible ensayo (y luego ‘Más sobre la decadencia’), que cuestionaba la tradición y el espíritu japonés, lo encumbraron. Cuando murió, el Nobel Kawabata Yasunari dijo que la literatura de Sakaguchi Ango existía porque existía Sakaguchi Ango y que no estando él no se podría volver a escribir así.
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