Carlos le enseña orgulloso sus proyectos paisajísticos en Highgrove, Ana la lleva a montar a caballo y Eduardo le cuenta sus problemas en el colegio, donde le llaman Tiburón por sus brackets, y bromea sobre el plato principal: salmón. "Aquí siempre se come lo mismo. No sé cómo nos han salido branquias", le espeta el príncipe a su madre. Este es a grandes rasgos el resultado de los almuerzos que la reina Isabel II –Olivia Colman en la ficción– celebra con sus cuatro hijos en el cuarto capítulo de The Crown. Citas de las que se desprende –un dato avalado por el duque de Edimburgo– que el favorito de la reina es Andrés.
En la serie el príncipe Andrés llega en helicóptero al Castillo de Windsor y, en una conversación que justifica de forma sutil el apodo con el que lo bautizarían con el tiempo los tabloides: Andy Randy, ‘Andresito el Cachondo’, madre e hijo se charlan sin llegar a decir su nombre de la "joven actriz estadounidense. No sé qué es peor", dice la reina sobre Koo Stark.
De hecho Andrés bromea con una de las películas de Stark, nombre artístico de esta neoyorquina nacida como Kathleen Norris Stark en 1956: El ardiente despertar de Emily. Estrenada en 1976, el argumento –tal y como resume el príncipe a una perpleja Isabel II–gira en torno a una joven que, tras completar su educación en un internado suizo, vuelve a casa y cae en las garras de un grupo de maduros "pervertidos" que la inician "en los placeres sensuales". Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
La primera vez que Andrés y Koo salieron –una cita a ciegas con motivo del 21º cumpleaños del príncipe– fueron a cenar a un restaurante cerca de Harrods. Al día siguiente el príncipe le dejó una nota: ‘Te veo mañana en BP’. "Al principio creí que íbamos a una estación de servicio. Me tomó unos segundos darme cuenta de que se refería al Palacio de Buckingham", reveló en su día Stark. Desde aquel día Koo se convirtió en habitual de BP y también su mascota, Candy, una cacatúa que protagonizó un curioso incidente doméstico. "Se asustó y voló hasta el techo. Se quedó enganchada en una arpillera y Andrés tuvo que subirse a una escalera y rescatarla".
La familiaridad de la joven con los Windsor, que incluso llegaron a invitarla a Balmoral, no fue suficiente para que la relación llegase a buen puerto. "Procedíamos de dos mundos muy diferentes", reconocería la actriz. Sin embargo, el hecho de que Stark no acabara convirtiéndose en duquesa de York no significa en absoluto que su vida haya carecido de interés. Koo acabaría contrayendo matrimonio con el playboy Tim Jeffries y manteniendo una larga relación con el banquero Warren Walker, padre de su hija Tatiana, con quien acabó en los tribunales litigando por una pensióanual vitalicial de 50.000 libras. La hoy fotógrafa, que además ha pasado largas temporadas en kenia y abrazado el budismo, perdió.
Stark mantuvo una relación sentimental con el tercer hijo de la reina entre 1981 y 1983, y ha sido una de sus más firmes defensoras en los últimos tiempos, cuando su implicación en el Caso Epstein lo ha defenestrado por completo de la agenda de la familia real. "Andrés siempre fue tierno, cariñoso y solícito", declaró en febrero de 2015. Entonces, Stark rompió 32 años de silencio para defender a su ex y no dudó en arremeter contra Virginia Roberts, la joven que le acusa de haber abusado de ella siendo menor. "Andrés siempre tuvo mucho éxito con las mujeres por lo que la idea de que forzó a alguien a mantener relaciones sexuales es sencillamente absurda".
El noviazgo entre la "joven actriz estadounidense", como se refiere a ella la reina en The Crown, y Andrés apenas duró 18 meses, algunos de los cuales el príncipe estuvo en la Guerra de las Malvinas. A pesar de que estaban realmente enamorados y de que a Isabel no le disgustaba la relación –"Koo le parecía elegante, discreta e inteligente" según los medios–, la pareja rompió en buena parte por el asunto del filme El despertar de Emily. Sarah Ferguson acabaría convirtiéndose en duquesa de York… Y protagonizando su propia película erótica años después cuando, ya divorciada de Andrés, su amigo entrañable el conde Gaddo della Gherardesca le chupó un pie al borde de una piscina. Pero esta es otra saga… Que esperamos ver en The Crown.
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