Tres días después de que Kiko Rivera acaparar todas las miradas en ese plató del especial de Telecinco‘Cantora: una herencia evenenada’, aún se sigue hablando de ese desgarrador relato que aumentó, aún más si cabía, la brecha entre él e Isabel Pantoja. Todos los detalles que ofreció, entrando en temas económicos jamás sacados a la luz, no han dejado indiferentes a nadie. Porque el DJ dibujó un perfil de su madre que, hasta hace un mes, jamás nos imaginábamos que pudiera hacer nunca.
Amén de todos los debates que se han generado sobre las consecuencias a nivel emocional que va a tener para una y otro todo este asunto, esta guerra sin cuartel, Ana Rosa Quintana se ha fijado en un detalle de esa noche que, a su parecer, le resta fuerza a todo lo que contó Kiko delante de Jorge Javier Vázquez y de un elenco de colaboradores de altura, con Juan Luis Galiacho, Paloma García Pelayo o Kiko Matamoros, entre ellos.
No es nada de lo que dijo. Tampoco ningún gesto. Se trata de un detalle en su estilismo de esa noche que para la presentadora de ‘El programa de Ana Rosa’ fue el gran desliz de Rivera en la noche más importante y con mayor repercusión que se le recuerdan en sus 36 años de vida. ¿Alguien se fijó en la oreja izquierda del protagonista? Ella sí. Debemos decir que nosotras también. Y que Quintana ha verbalizado lo que pensamos cada vez que la cámara se le acercaba para hacerle un primer plano.
«¿Puedo hacerle a Kiko una sugerencia? Fue durísimo. Fue tremendo. Pero con una chapa de Coca-Cola en la oreja, lo digo de verdad y no es una frivolidad, pierde credibilidad«, manifestaba este lunes, cuando llegaba el momento de analizar la intervención de Kiko en ese programa producido por Mediaset para ahondar en la guerra de Cantora. «Lo miraba y pensaba: ‘Qué necesidad’, así pierde credibilidad. Lo digo para que se la quite», añadía.
No era la única en la mesa de debate que subrayaba este detalle. «Yo pienso como tú, creo que la estética es muy importante», eran las palabras de Cruz Morcillo, que hallaban el respaldo de Patricia Pardo: «Pierde credibilidad, además esa entrevista se va a ver dentro de 10 o 15 años y se va a ver con la chapa…». Aunque también había alguna voz en ese escenario que trataba de buscar justificación: «A lo mejor era un símbolo para él. A lo mejor la llevaba puesta por algo en concreto, era una indirecta para algo».
Lo cierto es que Ana Rosa siempre es clara y dice las cosas como las piensa. Bien lo sabe Irene Rosales, la mujer de Kiko, para quien tuvo unas comentadas palabras no hace mucho, cuando planeó de nuevo la sombra de una posible infidelidad del DJ a su esposa: «Se está comportando como una señora del siglo XIX. La actitud de Irene es de las relaciones antiguas«.
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