Seguro que te has dado cuenta de que las arrugas ya no son el problema. Están ahí, sí, pero ya no determinan la edad que se lee en tu rostro. Lo que marca la diferencia son esas mejillas que se empeñan en caer, esos volúmenes que ya no están en su sitio y ese óvalo facial cada vez más desdibujado. Porque lo que no es tan fácil de controlar es la firmeza. La fuerza de la gravedad juega en tu contra durante toda tu vida y, al final, tu piel se rinde. Básicamente, porque, a partir de los 40, la producción de colágeno, el pilar esencial de la arquitectura de tu cara, se reduce hasta un 50%.
La solución es complicada, pero la mejor forma de abordar problemas complejos es trabajar en equipo. Mathilde Thomas, fundadora de Caudalie, lo sabe. Por eso llevó su pasión por el activo estrella de su firma cosmética, el resveratrol, al siguiente nivel cuando se asoció hace unos años con el doctor David Sinclair, especialista de la Harvard Medical School, uno de los mayores expertos mundiales en longevidad. Él llevaba años estudiando las propiedades del resveratrol; ella quería amplificarlas para mejorar los resultados de sus cremas. Su objetico era reformular su línea antiedad Resveratrol-Lift con un planteamiento científico que multiplicara el potencial de este activo.
La ecuación perfecta
El resveratrol es una sustancia que se extrae de los tallos de la vid “y ha demostrado ser un elemento clave para frenar el envejecimiento de la piel –nos explica el doctor Sinclair–. En nuestras investigaciones descubrimos que activa una enzima, la SRT1, que defiende al organismo del proceso de envejecimiento”. Mathilde quería ponerlo a trabajar en equipo. Los laboratorios de Caudalie encontraron la perfecta suma de activos: le añadieron ácido hialurónico natural.
Y dieron en el clavo con la fórmula con la que nació originalmente Resveratrol-Lift y que demostró ser capaz de hacerle la competencia al todopoderoso retinol. “Comprobamos que, en la concentración de sérum, nuestra patente era el doble de efectiva que el retinol para activar la producción de colágeno y recuperar la firmeza de la piel”, nos cuenta Mathilde Thomas. Llevan varios años investigando para mejorar el rendimiento de Resveratrol-Litf y juntos han dado con un tercer elemento para añadir a la ecuación.
“El equipo del doctor Sinclair seleccionó un booster de colágeno vegano, muy en la línea de nuestro compromiso ético con no usar ingredientes derivados de animales. Esa asociación revolucionaria de resveratrol, ácido hialurónico natural y booster multiplica la producción de colágeno en piel hasta cinco veces, y por dos la de ácido hialurónico”, concluye la fundadora de Caudalie.
Belleza razonable, una apuesta muy clean
Los cambios nunca deberían quedarse en la superficie. “Menos aún cuando lo que está en juego es el futuro de nuestro planeta–explica Matilde Thomas–. Transformar de verdad las cosas implica repensarlas y buscar otra formas de conseguir lo mismo que no implique acabar con nuestros recursos naturales”.
Eso es lo que la ha llevado a situar a la vanguardia de la eco-responsabilidad a Caudalie, una firma de belleza que ya nació con vocación clean y natural hace 25 años. Su compromiso con una cosmética sostenible “y razonable” pasa por reconvertirlo todo. Y puede estar orgullosa de los resultados: sus fórmulas contienen un 95% de ingredientes naturales con trazabilidad total de su origen; se han negado desde el principio a las pruebas en animales y ahora, además, todos sus productos son veganos; con su nuevo packaging eco-diseñado ahorran 13 millones de toneladas de plásticos y 33 de papel al año; su centro ha reducido un 75% el consumo de energía. Hasta han convencido a sus propios proveedores para limitar su huella de carbono.
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