Más de una semana después de que María Teresa Campos se sentará en el plató de ‘Sábado Deluxe’ para aclarar todos los rumores sobre su vida privada a los que ha hecho frente en los últimos tiempos, sigue coleando la polémica. Porque su actitud con Jorge Javier Vázquez durante la charla no gustó nada al presentador que ha roto lazos no solo con ella, sino también con sus hijas.

Ayer, Día de la Hispanidad, pudimos verla por primera vez desde aquella comparecencia en el plató del programa de Telecinco. María Teresa aprovechaba la jornada de festividad para acudir a casa de su hija Carmen Borrego. Para aprovechar la jornada y, de paso, sentirse reconfortada tras una semana muy tensa en la que sus hijas, tanto Carmen como Terelu, han tenido que dar la cara por ella públicamente.

Ni media palabra en ese paseíllo en el que la esperaban los fotógrafos. Con la mascarilla y las gafas de sol como aliados para que no se notara su seriedad, la comunicadora se mantenía en silencio. No quiere avivar un fuego que ha salpicado, también, a su nieta Alejandra. Y que ha provocado roces con Mila Ximénez.

María Teresa pretendía, con esa entrevista, calmar las aguas que tenía alrededor. Ha conseguido todo lo contrario. Ahora, se encuentra en medio de un mar mayor, y más agitado, que el que tenía el pasado 3 de octubre, cuando, a pesar de que sus hijas no estaban de acuerdo, se puso delante de las cámaras para hablar.

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