Cuando vemos a un artista triunfar, en muchas ocasiones no nos podemos hacer una idea de lo que han tenido que pasar. Un ejemplo de ello es Ruth Lorenzo. La cantante, una de las voces más potentes del panorama nacional, y que nos representó en 2014, ha confesado a Samantha Villar que hubo una etapa muy complicada en su vida, a pesar de que ya era reconocida por el gran público cuando salía de su casa.
Su carrera, después de haber tocado techo, comenzó a desmoronarse, y tuvo serios problemas económicos. tan profundos como para verse en la necesidad de tener que robar para poder comer.»Robé comida en los supermercados«, decía a modo introductorio mientras Samantha no daba crédito a lo que estaba escuchando.
«Trabajaba y ganaba dinero pero le daba el porcentaje a no sé quién, el alquiler, los gastos… pues pasa el mes y tienes 50 libras», continuaba antes de explicar que «era famosa, era muy famosa. Entraba al súper y la gente me paraba para hacerse fotografías conmigo. Lo que no sabían es que mientras yo llevaba huevos robados en el bolsillo«. Este fue el punto de inflexión para finalizar su etapa fuera de España, regresar a casa y conseguir que su carrera despegara de nuevo.
Durante su charla con Samantha también abordaba un tema al que ya se ha enfrentado en otras ocasiones: el de los trastornos alimenticios a los que tuvo que hacer frente en una etapa de su vida. Concretamente, entre los 9 y los 15 años. «Fue una adolescencia removida. Saber que mi padre no era mi padre biológico… eso te cambia», comenzaba, para contextualizar el escenario que le provocó esos desórdenes emocionales.
«Tuve anorexia y bulimia desde los 9 hasta los 15 años sin que nadie se diese cuenta», pronunciaba con dureza, antes de pasar a detallar los capítulos en los que se autolesionaba: «Si hacía algo mal en el colegio o pensaba que iba a ser un fraude o un fracaso para mi madre, para mí merecía un castigo. Me clavaba agujas o tijeras…».
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