No son tiempos fáciles para Kiko Matamoros en cuanto a su salud. Lleva unas semanas en las que sus entradas y salidas del hospital no cesan. Y él mismo, tras su último paso por urgencias este fin de semana por la obstrucción de un catéter que le han colocado, admitía que estaba fastidiado y con ganas de dejar atrás este capítulo para ponerse a trabajar.
Más allá de los inconvenientes que le está causando lo que era un sencilla operación para extirparle la vesícula, Kiko ha visto cómo su imagen desmejoraba. O, al menos, cómo ha perdido ese cuerpo tonificado del que siempre ha hecho gala. Porque con tanto ajetreo y visitas a los centros médicos, ha perdido peso de manera evidente.
Ni más ni menos que 14 kilos que han provocado que la imagen que veíamos de él este fin de semana en Telecinco, a las puertas de ese hospital donde era atendido de madrugada, es cuando menos impactante. Aunque pare algunos, esa nueva percepción también tiene que ver con el retoque facial que le realizó Carla Barber y que le da un aspecto más juvenil.
Todo esto sucede después de esa entrevista que concedió la pasada semana, en la que cargaba con dureza contra sus compañeros de ‘Sálvame’, y de haber reconocido públicamente que su relación con su hija Anita no pasa por su mejor momento, que está completamente deteriorada.
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