Culpo al cine de mis altas expectativas sobre el pelo perfecto. Y particularmente, a las películas clásicas de Audrey Hepburn. ¿Cómo es posible que siempre, no importa el estilo ni el corte que llevara, mantuviera el flequillo en su sitio, el moño brillante, la melena impecablemente cepillada? ¿Cómo es posible, cuando su melena natural era hirsuta e indomable? Solo una mujer con el cabello pluscuamperfecto (y un truco de profesional) podría decir que la belleza no reside en el peinado sino en la mirada. No debo de ser la única fascinada con el sueño capilar de la actriz belga porque el que el producto-milagro que creó para ella un peluquero se sigue vendiendo, en pleno 2019, a razón de un frasco cada dos minutos en todo el mundo. Es Elasticizer, de Philip Kingsley.
Antes de la era Olaplex este era el rey de las mascarillas capilares porque fue el primero en suavizar las cutículas erizadas del cabello y reforzar las hebras dañadas. Y esta es su historia.
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La primera vez que Kingsley y Hepburn se conocieron fue en 1974, cuando la actriz estaba rodando una película en Londres. Tiempo después, el estilista esperaba en su despacho de la Philip Kingsley Trichological Clinic a una tal Sra. Dotti que figuraba en su agenda. Cuando la vio aparecer, pensó: “Qué increíble parecido tiene con Audrey Hepburn”. Tanto, que se lo dijo. Ella soltó una sonora carcajada y le contestó: “Es que soy Audrey, pero siempre reservo mis citas con mi apellido de casada”. El cabello de la actriz se había estropeado en el rodaje de Robin y Marian, después de un excesivo uso del secador y la laca. No le gustaba cómo se veía en algunas tomas y, efectivamente, después de tanto tratamiento había perdido volumen y forma. Así que Kingsley decidió crear para ella un producto específico: fue de esta forma como nació el primer pre-champú de la historia.
A la actriz le gustó tanto que durante años Kingsley estuvo enviándole frascos y más frascos a su casa en Suiza. Y un día decidió compartir con el mundo este tratamiento milagroso, comercializándolo.
Según el profesional, las hebras del cabello se estiran un 30% antes de romperse, con lo que si el cabello goza de una buena elasticidad, estas se quebrarán menos. Su tratamiento pre-champú mejora precisamente esto, motivo por el que en 1980 bautizó este producto como el Elasticizer. Comenzó a venderse en Saks Fifth Avenue y en 1985 el propio Kingsley apareció en el programa de Oprah Winfrey revelando todas las celebridades que lo utilizaban. Ese mismo día hubo colas a la puerta de su salón con decenas de mujeres deseando hacerse con el producto milagroso. Desde entonces su fama ha ido creciendo y hoy en día se vende un Elasticizer cada dos minutos en todo el mundo.
¿Qué es exactamente Elasticizer y por qué funciona?
En primer lugar, su ingrediente estrella es la elastina hidrolizada. Esta es una proteína que penetra en el tallo del cabello para aumentar su elasticidad (de ahí el nombre del producto), lo que le aporta flexibilidad al pelo y, en consecuencia, menos roturas.
Los otros tres ingredientes principales son aceite de ricino, aceite de oliva y glicerina, que su ya por separado son idóneos para bloquear la humedad, aumentar el brillo y ayudar al cabello a retener la hidratación, y juntos forman, en palabras de Kingsley, un equipo ideal para el cuidado del cabello.
¿Cómo se usa?
Elasticizer está diseñado para usarse antes del lavado con champú y aunque puede emplearse para restaurar y mimar todo tipo de cabello, es especialmente indicado para aquellos que han sido decolorados o peinados con calor.
Lo ideal es humedecer la melena y aplicar la espesa crema desde los medios hasta las puntas y envolverlo en un gorro de baño o con una toalla, ya que el calor ayudará a que el pelo absorba todos los nutrientes de la mascarilla. Después de 10 o 20 minutos se recomienda lavarse el pelo, enjuagarlo y añadir el acondicionador habitual.
El estilista recomienda utilizar Elasticizer una vez por semana o cada dos semanas, según las necesidades de cada una, lo que significa que un frasco de 150 mililitros debería durar alrededor de cuatro meses.
Y aunque la fórmula se mantiene exacta en 2019 la heredera de Kingsley, su hija Anabel, acaba de lanzar un nuevo producto con esencia de granada y cassis. Así que quizá después de probarlo podamos decir aquello de que la belleza no reside en el peinado.
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