Pocos veranos hemos tenido tantas ganas de escaparnos a un destino de aguas turquesas, un lugar donde bañarnos sin descanso, leer, comer y olvidarnos del reloj. Pero el paraíso con el que estás soñando no está al otro lado del Atlántico, sino mucho más cerca, en las cálidas aguas mallorquinas: un hotel rural rodeado de árboles con una piscina de esas que van directas a la lista de favoritos y compuesto por un conjunto de casas mallorquinas con más de dos siglos de antigüedad decoradas exquisitamente.
Así es Es Turó, un hotel lleno de encanto que promete ser el mejor plan para estos días de vacaciones y un lugar perfecto desde el que descubrir Mallorca. El hotel está situado a 2,5 kilómetros de Ses Salines y a 5 kilómetros de calas emblemáticas de la isla como Es Trenc, Es Carbó, Cala Llombarts, Es Caragol y Cala Mondragó entre otras. Enclaves perfectos para una excursión siempre y cuando tengas ganas de salir de Es Turó.
Y es que uno de los ‘problemas’ de esta finca rural es que te atrapa y abandonarla se hace cuesta arriba. Rodeada de árboles, se trata de un conjunto de casas de estilo mallorquín con una antigüedad de más de 250 años, que han sido actualizadas y decoradas por Catalina Socias de Cassai Home & Fashion. Cada una de ellas es el lugar soñado para descansar en la naturaleza, con sus paredes de piedra, sus camas de madera rústica con dosel, sus terrazas con inmejorables vistas y sus elementos decorativos como lámparas, espejos, alfombras y cestas de mimbre que dan un carácter único a cada estancia.
Mención aparte merece la piscina infinity rodeada de camas balinesas, donde decir adiós al calor y olvidarse de cualquier preocupación. Un lugar perfecto para ver el atardecer y disfrutar de las vistas.
Es Turó es también el lugar idóneo si buscas una escapada wellness. El establecimiento cuenta con una sauna finlandesa y zona exterior al aire libre donde relajarse en una hamaca tras una sesión de sauna. También dispone de gimnasio y una interesante carta de masajes para salir renovado de la experiencia: ayurveda, descontracturante, thai yoga con presión en puntos zen, de pulido corporal para eliminar células muertas, masaje en cara y cuello con peeling de almendras de Mallorca para decir adiós a la ansiedad…
La propiedad está lleno de bellos rincones, como el patio de piedra donde disfrutar de la sombra de los árboles o su restaurante de cocina de mercado, que ofrece platos como el tataki de atún rojo con sésamo y salsa ponzú, la ensalada de tomate y burrata con su bouquet al pesto y deliciosas carnes a la brasa.
Un auténtico paraíso para desconectar, descubrir los rincones más bonitos de Mallorca y apostar por esa mezcla perfecta de turismo rural y de playa que este año es el mejor bálsamo para olvidar los días más grises de los últimos meses.
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