Pues sí, aunque estemos a cuarenta grados a la sombra o salgamos de casa dispuestas a hacer deporte las mascarillas han llegado para quedarse por culpa del coronavirus. Si tu vida social es intensa, ya habrás notado que la opción más económica (y sostenible para el planeta) es invertir en mascarillas de tela reutilizables (mascarillas higiénicas si las quieres llamar por su nombre técnico). ¿Pero cómo tienen que ser estas mascarillas para que sirvan para algo? ¿Y cómo hay que cuidarlas para que no pierdan eficacia? Te contamos todo sobre estos cubrebocas que se han convertido en el complemento indispensable para nuestras vidas.
Cómo escoger la mejor mascarilla de tela
Para empezar con buen pie, hay que tener claro que las mascarillas de tela reutilizables no son tan seguras como las quirúrgicas ni, por supuesto, como las FFP2. Por eso su uso se recomienda a personas sin síntomas o que no tengan enfermedades crónicas que puedan hacerlas más susceptibles de presentar el peor cuadro posible de infección por coronavirus. Pero no está de más recordar que se lleve la mascarilla que se lleve lo más importante es cumplir con las medidas de higiene de manos y distancia social. Una buen mascarilla por si sola no basta para protegernos del coronavirus ni para proteger a los demás.
Dicho esto, si no eres población de riesgo ni tienes síntomas, las mascarillas de tela pueden ser una buena opción siempre que cumplan con la normativa que asegura que se han hecho siguiendo unos parámetros que garantizan su calidad y tu seguridad. Por eso antes de comprarla debes fijarte bien en su envase. En este debe estar especificadas varias cosas:
– Debe aparecer que cumple la normativa UNE0065:2000, lo que significa que se ha sometido a controles para comprobar sus cualidades. Y si parece el laboratorio que certifica esas cualidades mejor que mejor. Si tienes dudas sobre si la agencia que certifica la seguridad de una mascarilla existe o no puedes escribir o consultar el Twitter de @mincoturgob.
– Debe aparecer una tabla en la que se especifique su eficacia de filtración sanitaria (que debe ser por encima del 90%) y su respirabilidad (que debe estar por debajo del 60%).
– Debe explicar cómo se pone, cómo se quita y (muy importante) a qué temperatura se puede lavar y el número de lavados que soporta.
– En cuanto al diseño, lo más importante es que no tengan una costura central. El patrón de las mejores mascarillas de tela copia el de las mascarillas quirúrgicas, con tres pliegues en la parte delantera.
Cómo hay que lavar las mascarillas de tela reutilizables
Cada fabricante debe especificar en el envase las instrucciones de lavado, pero, en general, desconfía de las que dicen que aguantan más de 10 lavados, la media suele de ser de cinco a 10, pero hay algunas mascarillas que aguantan hasta 50 o 60 lavados, lo cual suena cuanto menos, raro.
Las mascarillas de tela hay que lavarlas a diario, a 60 grados en un programa que no las centrifuge. Si el modelo que te ofrecen hay que lavarlo por debajo de esa temperatura o a mano, antes de meterlo en la lavadora pulveriza la mascarilla con un producto quitagrasas, aunque lo más recomendable es usar la lavadora. Solo con lavados de 60 grados o más se puede garantizar que el coronavirus se inactiva y se larga muerto por el desagüe.
Para almacenarlas lo mejor es guardarlas en bolsas de papel una vez se hayan secado completamente. Un sobre de papel o una caja de cartón donde puedas almacenar varias mascarillas también puede servir. Nunca las guardes en plástico y nunca las guardes nada más usarlas, hay que lavarlas antes.
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