Incluir el uso de la mascarilla en nuestro día a día está siendo más complicado de lo que podríamos imaginar en un primer momento. Y quizás la época de sol tenga gran parte de culpa. Las altas temperaturas no hacen sino aumentar la dificultad de respirar, así como las molestias de llevar este accesorio cada vez que pisamos la calle. Por no hablar de los problemas producidos en la piel. Rojeces, irritaciones, pero sobre todo brotes de acné que aparecen o se acentúan con su uso, uno de los efectos que mayores quebraderos de cabeza está causando a la sociedad y que ha sido bautizado como Maskné (mask, mascarilla en inglés, y acné).
Muy posiblemente hayas oído hablar de este término durante las últimas semanas pero, ¿sabes en realidad de qué se trata? «El nuevo vocablo hace referencia a las espinillas y comedones que aparecen por el uso de este nuevo ‘complemento’ de moda. El acné se multiplica bajo la tela de las mascarillas protectoras. Es una de las consecuencias cutáneas más comunes que ha traído la «nueva normalidad» independientemente de la edad o el tipo de piel», apunta Pedro Catalá, doctor en Farmacia y fundador de Twelve Beauty.
¿Cuáles son las principales causas?
Catalá explica que la continua fricción de la mascarilla con la piel o el calor propio del verano, así como el sudor de estar diariamente con el termómetro rozando los 40ºC promueven la aparición de granitos en el rostro. Además destaca que la humedad que se genera en el interior de la la mascarilla, a causa de la saliva y el aliento, produce «un aumento de la secreción sebácea y una hiperqueratinización que cierra los poros y aumenta la proliferación de bacterias haciendo que la espinilla quede encerrade».
Sin olvidar factores tan determinantes como el estrés o la ansiedad, también posibles causantes de esta reacción.
¿Cómo podemos evitarlo?
Además de una limpieza facial en profundidad cada día, debemos darle la importancia que requiere a esta parte de la rutina si buscamos poner fin a este problema de raiz, hay algunas pautas extra que podemos seguir, según explica Catalá, para lucir un rostro libre de imperfecciones esta época estival:
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