La boda de la nieta de Isabel II ha sido muy guay, pero muy poco royal. El gran despliegue que se presuponía a un enlace tan real como este (menor eso sí que el día que se casó su hermana, Eugenia de York, o sus primos hermanos, los príncipes Guillermo y Harry) se desvaneció la pasada primavera, cuando la pandemia mundial hizo que se cancelara no solo cualquier celebración, sino hasta el enlace de Beatriz de York, la hija del Príncipe Andrés y Sarah Ferguson con su prometido, ya marido, Edoardo Mapelli. Aquelladecisión de posponer todos los planes de boda fue solo la primera de unas cuantas, sin embargo, cuando se pudo retomar, nada iba a ser según lo programado. Ni el número de invitados, que quedó reducido a la familia más íntima, ni el vestido de la novia.
No, Beatriz de York no tenía pensado casarse con un vestido heredado de su abuela, o al menos eso es lo que afirma ahora la prensa internacional. La nieta de Isabel II ya había elegido previamente un diseñador para que le confeccionara el vestido del gran día, sin embargo, cambió de decisión cuando vio que existía una mínima posibilidad de casarse en Windsor, aunque fuera en la más estricta intimidad, con distancia social y con sus seres queridos como únicos invitados. Ni amigos ni compromisos de los padres.
Tal y como ha revelado una supuesta amiga de la novia, Beatriz cambió de idea en el último momento, y fue días antes de la ceremonia cuando le pidió prestado a la Reina de Inglaterra el vestido que la monarca llevó previamente en 1962 para acudir al estreno en Londres de la mítica película Lawrence de Arabia.Por supuesto, la abuela le dijo que sí. Confeccionado en tafetán de seda y diseñado por el modisto real Norman Hartnell, fue modificado para Beatriz de York por Angela Kelly, la modista personal de Isabel II, quien le añadió, entre otros detalles, unas románticas (y en tendencia) mangas de farol de organza.
"Fue muy emotivo para las dos", añadió esta fuente a la prensa. Sobre quién había sido el elegido o la elegida para hacer el vestido que hubiéramos visto todos de haberse casado el pasado mes de mayo según los planes,parece que es algo que de momento no sabremos. Teniendo en cuenta que el nombre se revela el día que la novia luce el diseño, y que en este caso, nunca lo veremos, todo indica que tampoco conoceremos el nombre de quien había ideado y cosido un vestido de novia tan real, y a la vez tan efímero.
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