A la hora de mantener una dieta sananos fijamos más en lo que cocinamos (aunque cocinemos poco) que en lo que bebemos, y no deberíamos. Mientras que en lo que ponemos en el plato ya vamos teniendo claro que lo más importante (y saludable para nuestro cuerpo y nuestra mente) es seguir la dieta mediterránea y disminuir nuestro consumo de productos ultraprocesados, con la bebida aún nos hacemos un lío y pensamos que algunas bebidas son más sanas que otras. Y en el podio de las que más nos prometen y menos ofrecen en realidad están los archiconocidos zumos detox. A analizar los efectos de estos zumos sobre nuestro organismo dedican un capítulo entero los divulgadores Julio Basulto (dietista-nutricionista) y Carlos Casabona (pediatra) en su última obra Beber sin sed (Guía para elegir bien lo que bebes)(Ed. Paidós). Y estas son sus conclusiones basadas en la evidencia científica.
Tomar zumos detox puede hacerte engordar
Puede que te hayas aficionado a este tipo de bebidas llevada por el entusiasmo de tomar mucha fruta y verdura de un trago pensando que así podrás adelgazar unos kilos sin esfuerzo. Error: las calorías líquidas no se comportan igual que las sólidas en nuestro organismo (motivo por el cual nunca será lo mismo comerse una manzana a mordiscos que tomar zumo de manzana). Para nuestra desgracia, este tipo de calorías que vienen en vaso y exentas de la fibra de la fruta y la verdura no solo no nos sacian, sino que tienen mayor facilidad para almacenarse en nuestro cuerpo que las sólidas. Y no, añadir la pulpa al zumo no acaba con el problema: para sentirnos saciados necesitamos masticar.
Pueden afectar a la salud del riñón
La reina de las paradojas es que una bebida que se suele publicitar como buena para “desintoxicar” el organismo acabe perjudicando a uno de los órganos que desintoxica el organismo de forma natural: nuestros riñones. La Comisión Europea ya ha advertido que los “batidos verdes” suponen un riesgo para padecer piedras en el riñón y la EFSA, por su parte, afirma que seguir un plan détox en el que se ingieran dos litros de estos zumos al día aumenta ese riesgo de litiasis. El culpable de este efecto adverso es el ácido oxálico que existe de forma natural en alimentos como espinacas, escarolas, canónigos, apio, col, col rizada (kale), puerro, frambuesas, grosellas, fresas o arándanos. Consumir esos alimentos en una ensalada o en una preparación culinaria tradicional no es arriesgado, pero sí lo es tomarlos en forma de batidos.
Pueden promover la pérdida de micronutrientes
El mismo informe de la EFSA que advertía del riesgo para los riñones de los planes de desintoxicación hechos con zumos détox también hablaba de este otro riesgo: el de la pérdida de algunos micronutrientes. Concretamente observaron que estos productos, consumidos en grandes cantidades, interfieren en la absorción del calcio, el hierro y el potasio.
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