El mundo está lleno de reinas y de princesas, e indiscutiblemente Lady Di formaba parte de ambas categorías señaladas por una varita mágica. No se entendería que estuviera en una, y no en la otra. Lo suyo era una excepción. Reina y princesa a la vez. De las tendencias y del pueblo. Quizás la única con este doblete de coronas.
La mujer que la revista TIME incluyó en 2012 en la lista de los iconos de moda de todos los tiempos sigue inspirando a pesar de que las pasarelas a veces le lleven la contraria, a pesar de que este año hace 23 de su fallecimiento y a pesar de que su aparente clasicismo se ve hoy mejor desde la óptica de la modernidad. Era una adelantada a todo. Lo que hoy queremos llevar ella ya lo llevó y no es de ser pesimistas si decimos que en la inmensa mayoría de las veces Diana Frances Spencer lo lució mejor. Hay que ser realistas. De ahí sus coronas, títulos y reconocimientos eternos.
Lady Di, impresionante con su conjunto playero.Getty Images
Nos faltaría días de verano para analizar todos los estilismos de quien fuera la mujer del futuro Rey de Inglaterra. Sumergirse en la hemeroteca es también quedarse anonadada con sus elecciones y combinaciones, pues por muchos asesores que pudiera tener, su palabra era la última. Y nosotras la acatamos. Ver a Lady Di despojada de sus trajes de falda lápiz o vestidos midi no era lo más normal, pero incluso en alta mar mantenía el tipo. Los conjuntos no solo estaban hechos para pisar tierra firme. En mitad del océano, arriba del barco y donde supuestamente no llegaban los teleobjetivos de los fotógrafos todo seguía su curso: ella perfecta, y sus estilismos de princesa también.
Con el tiempo, a Lady Di la vimos en bañador y en bikini. Sobre la cubierta del yate. Dándose un baño. Jugando con sus hijos en la arena. Y casi siempre con el mismo accesorio: el pareo, ese trozo de tela amado y denostado según la década pero con funciones que van más alláa de la pura vestimenta. Si a ella no se olvidaba pasaran los veranos que pasaran, nosotras tampoco deberíamos.
Cortesía Calzedonia
Pareo corto cruzado, de Calzedonia. COMPRAR
¿Por qué? Porque son más que una falda, un vestido o un caftán. Los pareos visten, sí, y son elegantes, sí, pero son los mejores disimulando lo que quieras disimular: caderas, culo o tripa, y los que hemos encontrado en Calzedonia, siguiendo los parámetros de los de la princesa de Gales, cumplen todas estas funciones.
Estas faldas cruzadas que nosotras y nuestras madres lucimos en infinidad de ocasiones en los noventa merecen su lugar en el capazo de playa. Con múltiples posiciones, se pueden llevar a la altura de la cadera, justo por el ombligo, escondiendo la tripa y haciendo un homenaje a todas las prendas de tiro alto más en tendencia,o directamente anudado al cuello y haciendo de la discreción tú mejor aliada.
Getty Images
Los pareos de Calzedonia, además de estar rebajados, pegan con todo. El primero está pensado para llevar, como hacía Lady Di, con un bikini o un bañador con el mismo estampado y al tener un diseño más cercano a la minifalda, incluso podrías llevarlo con una camiseta básica de algodón por encima. El segundo, seguramente más versátil, te acompañará sea cual sea el plan y el look, pues es más largo, un poco más abierto y de color negro, el infalible de la paleta.
Lady Di rarísima vez se equivocaba, y si ella elegía siempre este complemento para ser la mejor vestida de la playa, deberíamos emularla todas sin excepción.
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Cortesía Calzedonia
Pareo largo, de Calzedonia. COMPRAR
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