Dentro de unos días el BOE publicará el nombramiento del nuevo duque de Fernandina. Durante 19 años fue el título que llevó Pilar Medina Sidonia, la misma que hoy contempla con cierta sorpresa cómo se aprueba una resolución que muchos creían no vería la luz en este particular juego de tronos. Su sobrino será el próximo duque tras un final con firma del Rey, pero no exento de polémica.
Hoy Corazón Ya sabe que su sobrino ha conseguido que le otorguen el título de duque de Fernandina, anuncio que en breve se publicará en el BOE. ¿Cómo le ha sentado este final de la historia?
Pilar Medina Sidonia Pues me ha sorprendido mucho esa resolución que en teoría no podía ser así. Han pasado ocho años desde que me anularon el uso del ducado y me consta que, de los tres informes que hay que presentar ante la justicia, dos son negativos. De ahí mi sorpresa puesto que cuando yo rehabilité ese título sí tuve que tener los tres informes favorables mientras que Alonso mi sobrino solo cuenta con uno, algo que sé perfectamente porque yo me personé en el proceso.
H.C. ¿Llegado a este punto hubiera preferido que ese ducado se hubiera perdido antes de que lo ostente su sobrino?
P.M.S. Ya no prefiero nada, dado que, repito que hace ocho años que me lo quitaron, lo que simplemente comento es que me extraña cómo se ha llegado a esa resolución cuando solo hay un informe positivo que, además, es el del consejo de Estado cuyo letrado mayor es precisamente el abogado de Alonso, algo que sorprendentemente está permitido.
H.C. ¿No hay incompatibilidad?
P.M.S. Pues parece que no.
H.C. ¿Y usted porqué quiso rehabilitar el ducado de Fernandina?
P.M.S. Mi madre siempre dijo que quería que mi hermano Gabriel y yo tuviéramos algún título. En 1980 me llamó para cederme los derechos de ese título con la aprobación también de mi hermano mayor, Leoncio, que por entonces tenía 24 años, y la de Gabriel. Todos estuvieron de acuerdo en que rehabilitara Fernandina, proceso que tramité en 1987 y actualicé de acuerdo a la nueva ley de 1988, que prohíbe recuperar títulos que lleven vacantes más de 40 años. Precisamente por ese cambio me resulta curioso que mi sobrino haya podido conseguirlo cuando era un ducado que llevaba más de 100 años sin usarse y el tiempo que yo lo ostenté se supone que se ha anulado.
H.C. ¿Cuánto le costó actualizar el ducado?
P.M.S. Recuerdo que solo de impuestos en 1993 tuve que pagar dos millones de pesetas en impuestos más todo lo que había invertido antes. Por supuesto no me han devuelto nada. Durante 19 años he sido la duquesa de Fernandina pero lo que no me esperaba es que me pusiera mi hermano Leoncio un pleito en nombre de su hijo una vez conseguí el título. ¡Pero si me había cedido los derechos! Finalmente el Supremo le dio la razón y a mí me anularon todo.
H.C. ¿Se arrepiente de haberse convertido en duquesa de Fernandina?
P.M.S. Visto lo que ha pasado, claro que me arrepiento. Si me dicen que va a ocurrir esto no se me ocurre sacarlo. Ha sido una pérdida de tiempo y dinero.
H.C. ¿Por qué le hacía ilusión ser duquesa de Fernandina?
P.M.S. Era algo que me había dicho mi madre y que toda la familia así lo quiso. Me parecía una tradición bonita pero nunca imaginé este lío.
H.C. ¿Para qué sirve hoy en día tener un ducado?
P.M.S. En realidad para muy poco. Es un recuerdo, una tradición familiar o incluso habrá a quien le suponga un reconocimiento social. En mi caso te diré que vivo igual con o sin ducado.
H.C. ¿Llegó a bordar las sábanas y toallas con la corona ducal?
P.M.S. No porque a esa edad ya tenía todas mis cosas y además no soy de poner coronas en el ajuar.
H.C. ¿El título conlleva obras de arte?
P.M.S. Nada en absoluto.
H.C. ¿Ha perdido la fe en la Justicia?
P.M.S. Hay cosas que sí me parecen muy sorprendentes, como esta sentencia y el hecho de haberme quitado el título en su día, cuando me lo habían cedido mis familiares.
H.C. ¿Cómo es la relación con su sobrino Alonso?
P.M.S. Nunca ha existido. Tiene 36 años pero apenas le he visto. Con mi hermano Leoncio las cosas se enfriaron a raíz de todo esto pero algo de relación sí mantengo aunque sea lejana y correcta. Es verdad que cuando llegó el fallo anulándome el ducado mi hermano quiso convencer a su hijo para que no ejecutara esa sentencia, pero no le hizo caso. No entiendo que alguien tan joven que va a heredar tantos títulos se mete en este pleito tan largo. Pero como no le conozco no sé sus motivos. Siempre ha estado del lado de su madre (el matrimonio se separó hace años) y recuerdo que en la muerte de mis padres ni se acercó a saludarme. Es verdad que los problemas en casa comenzaron tras la primera boda de mi hermano Leoncio, ahí arrancaron los problemas familiares incluso con mi madre.
H.C. ¿Qué título le gustaría a usted ostentar en estos momentos?
P.M.S. Me gustaría que mis amigos me recordaran como una buena persona. Ese es el mejor título.
H.C. ¿Y en el plano del amor en qué momento se encuentra?
P.M.S. Yo me casaba en el siglo XX. Sabes que soy reservada pero te diré que aprecio mi libertad y que me he reconciliado con la soledad, dos cosas que suelen ir de la mano
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