Desconcertados. Así es como nos tiene Ana Soria, la joven nueva novia de Enrique Ponce, con el juego que se trae con Instagram. Tras la confirmación oficial del torero de que estaban saliendo, la joven decidía hacer público su perfil de la red social y dejarnos entrar a esa parcela de su intimidad en la que podíamos comprobar que no se la da mal posar.
Sus compañeros de universidad (estudia Derecho en Granada), advertían que, a pesar de que los planes iniciales de Ana pasaban por heredar el bufete de su padre, lo cierto es que ella lo que deseaba con todas sus fuerzas era ser ‘influencer’. Convertirse en una suerte de Paula Echevarría o seguir esos pasos que dio Mar Torres, hoy exnovia de Froilán.
Todo cuadraba. Ese movimiento inicial de dejarnos entrar en su vida y las palabras de los que la conocen bien. Pero en medio del revuelo mediático originado por esas imágenes que estaban al alcance de nuestros ojos, decidía echar el cierre a la cuenta. Borrar todo rastro de ella en Instagram. La teoría de que pretendía aprovechar el momento para lanzar su carrera de ‘instagramer’, se desmoronaba.
Sin embargo, ahora, 24 horas después de ese movimiento, ha realizado otro aún más desconcertante: reabrir la cuenta. Sí, ya no aparece ese mensaje de ‘página no disponible’ al entrar en ese perfil de @anasoria.7. Vuelven a estar a la vista todas esas imágenes que demuestran que no hubiese sido descabellado que se presentara a Miss Almería el pasado año, como llegó a plantearse.
La pregunta es: ¿a qué juega? O, ¿por qué estás idas y venidas con su cuenta de Instagram? La estrategia de Ana, de quien creíamos que había sucumbido a la presión por el bombazo que ha supuesto su relación con el torero, tiene a la prensa del corazón despistada. Tanto ‘ni contigo ni sin ti’ 2.0 podría atender, simplemente, a que no dejemos de hablar de ella y esos ‘folloewers’ crezcan. Ya saben, el gran sueño de todo buen ‘instagramer’.
Fuente: Leer Artículo Completo