La mansión de 13 habitaciones que compró el rey Constantino II de Grecia después de exiliarse de su país natal durante el ‘Golpe de los coroneles’ de 1967 se ha vendido por 6,7 millones de euros. El precio ha sufrido un considerable recorte: cuando abandonó la propiedad estilo Arts and Crafts en 2013 para regresar a Grecia, Constantino la vendió por 10,8 millones de euros.
El rey Constantino pasó 46 años viviendo en la propiedad de Hampstead con su esposa, la princesa Ana-María de Dinamarca y sus cinco hijos, que incluyen a Pablo, el príncipe heredero de Grecia, el esposo de la princesa Marie-Chantal, en Linnell Drive, cerca de la conocida como ‘urbanización de los milmillonarios’, Bishops Avenue. La propiedad cuenta con 3.000 metros cuadrados de terreno, una piscina y 10 baños.
Constantino llegaría a entablar una gran amistad con el príncipe Carlos, del que es primo segundo, y padrino del príncipe Guillermo. La princesa Diana era una visitante frecuente en la casa en los noventa. Según las informacione, dejaba allí a Guillermo y Harry y pasaban las vacaciones juntos con la familia en Europa. El príncipe Carlos fue anfitrión del 60º cumpleaños de Constantino en su casa de Highgrove, con la reina y la duquesa de Cornualles presentes. El 40º cumpleaños de su esposa fue un baile celebrado en Claridge’s al que asistieron miembros de la realeza de toda Europa.
Constantino regresó a Grecia en medio del colapso financiero, cuando los ricos del país huían y sus jóvenes se iban para encontrar una vida mejor. Invirtió fuertemente en el país, donde ahora vive como ‘plebeyo’ después de la abolición de la monarquía.
"Hampstead Garden Suburb ha sido ‘el Velcro residencial’ de la realeza menor, buena (y no tan buena) y de los titanes de la industria durante más de 50 años", afirma Trevor Abrahmsohn de Glentree International, la agencia responsable de la venta.
Artículo publicado originalmente en Tatler y traducido. Acceda al original aquí.
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