\u201c\u00bfQuieres casarte conmigo?\u201d; \u2018Amar es para siempre\u2019

QUÉ HA PASADO

• La UCD gana las primeras elecciones democráticas.

• Guillermo es liberado.

• Irene promete a David que lo ayudará con dinero.

Los planes de vida de Guillermo han cambiado totalmente desde que se enteró del embarazo de Cristina y le preocupa lo que puedan pensar de ella como madre soltera. “La sociedad no acepta estás situaciones y tengo que arroparla”, comenta a Justo. Sin embargo, no tarda en meter la pata cuando se le olvida la primera cita con el ginecólogo.

Tras su paso por prisión, Benigna regresa al barrio con un cardado imposible y se comporta de una manera extraña. Nada más entrar en el piso se queja. “¿Qué hacen aquí Luisita y Fede? Esto parece una pensión en la que solo pagamos las tontas”, explica molesta a Amelia.

Por si fuera poco, Castro amadrina a un atracador: “Tranquilo. Todo el mundo merece una oportunidad”. Además, reorganiza las partidas de bingo en el King’s, sin pedir el permiso

Harto de sufrir por amor, Manolín opta por alejarse de Estrella y retomar los estudios. “Es lo mejor”, le anima Marisol.

España está en recesión y la devaluación de la peseta comienza a notarse en las economías domésticas. Manolita, consciente de la situación de sus vecinos, organiza una recolecta de comida. “Hay que arrimar el hombro”, comenta a Pelayo, todavía disgustado por el resultado del Partido Comunista en las elecciones nacionales.

Por su parte, Luisita está centrada en que la manifestación para defender los derechos de los homosexuales resulte un éxito. “He preparado un eslogan: “¡Somos personas, no maleantes!” ¿Qué te parece?”, pregunta a su novia.

Marina e Inma se alían para que Fede y Mateo reflexionen y hagan las paces, pero enseguida se dan cuenta de que no va a ser fácil pues cuando van a buscarles los encuentran pegándose en la plaza. “¡Estáis locos! Parecéis niños pequeños”, les gritan.

Sin embargo, los chicos no muestran ninguna intención de parar. “Yo he venido con la mejor de mis intenciones y me ha recibido con un puñetazo”, asegura el recepcionista, mientras su contrincante afirma lo contrario.

Guillermo reconoce ante Lourdes su debilidad y que está asustado con la idea de tener un hijo. “No te preocupes, los niños siempre ven a sus padres como héroes”, responde ella. “Hasta que se hacen mayores y los ven como un empresario sin escrúpulos”, ironiza en referencia clara a Ordóñez

Desde Barcelona llega Isabel, una activista que ayuda a Luisita a organizar la protesta homosexual. “Cuidado con los radicales. Os amenazarán”, advierte.

También Irene recibe una visita inesperada: Lorenzo, un amigo de la infancia. “¿Estás alojado en el hotel?”, se extraña ella. “No, aquí se van a celebrar las reuniones entre los partidos y yo soy el responsable de la seguridad”, responde él. La gerente se alegra del reencuentro y ve en él un aliado para frenar las ilusiones políticas de Armando.

Finalmente, Galán está decidido asumir su responsabilidad hasta las últimas consecuencias. Esa tarde, espera a quedarse a solas en el despacho con Cristina para pedirle matrimonio.

Tras hacerla levantarse de la silla, se arrodilla y saca un anillo de compromiso: “¿Quieres casarte conmigo?”.

Aunque en un primer instante la abogada se queda paralizada, pues nunca esperó este gesto, no tarda en emocionarse: “¿Estás seguro? Sí, claro que quiero”.

Ajena a esto, Lourdes se centra en Inma, pues le preocupa que su hermana pequeña haya pasado por tantas malas emociones a una edad complicada.

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