Desde que se mudó a Estados Unidos, Ana de Armas se ha convertido en una de las celebrities más seguidas por su estilo. Más allá de la popularidad que le ha dado su relación con Ben Affleck y su participación en proyectos tan importantes como dar vida a Marilyn Monroe en la gran pantalla, la actriz ha hecho suyo un estilo casual en la que conviven firmas como Dior y Saint Laurent con otras norteamericanas que ha conocido desde que vive allí.
Y su último look es un buen ejemplo de ello. Ana salió a dar un paseo por Brentwood, un barrio situado al oeste de Los Ángeles, con un estilismo compuesto por un jersey metalizado de la firma Bella Freud, sus sneakers blancas favoritas de Yves Saint Laurent y unos vaqueros negros de tiro alto, pata ancha y bajo deshilachado de Rachel Comey.
Comey es una diseñadora establecida en Nueva York que ha sido capaz de colocar su firma entre las más prestigiosas del país, encontrando una fórmula casi perfecta entre arte, artesanía y reflexión sobre la manera de hacer las prendas, de crear y de estar en el mundo de la moda, una industria en plena transformación acechada por los retos medioambientales y la forma en la que consumimos.
Sus prendas están entre las favoritas de muchos nombres conocidos del mundo del arte y de las celebrities. Tras trabajar en una galería de arte en Vermont, Comey comenzó a hacerse popular cuando David Bowie le pidió que le diseñara dos camisetas hace casi dos décadas. En 20o1 presentó su primera colección para hombre y, tres años después, comenzó a diseñar para mujeres. Desde 2017 ha apostado por la moda unisex y una de sus grandes preocupaciones siempre ha sido recuperar las técnicas tradicionales y la artesanía desde un punto de vista contemporáneo.
Preocupaciones que se reflejan en sus colecciones, con prendas que reflexionan sobre lo que es ser sexy y sobre el empoderamiento de la mujer. Ediciones limitadas de vestidos de seda, prendas de punto y tops de tejido denim o siluetas estructuradas conviven con una amplia colección de vaqueros que han enamorado a miles de mujeres, entre ellas Ana de Armas.
¡Lo quiero!
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