Meghan Markle y el príncipe Harry han vuelto a sufrir otro revés. Después de que la familia se trasladase a Canadá para vivir una nueva vida (en la actualidad, se encuentran en Los Ángeles debido al coronavirus), sus circunstancias han cambiado de manera significativa. Ambos han centrado todos sus esfuerzos en visibilizar esas cuestiones que les preocupan: el medioambiente, la salud mental o el feminismo.
Para hacerlo, se han puesto manos a la obra, con la ayuda de una exasesora del matrimonio Gates, pero parece que no todo será tan sencillo. Hemos sabido que los duques de Sussex, que querían llamarle Archewell a su Fundación, no podrán hacerlo. El pasado mes de abril, anunciaron que la idea proviene de la palabra griega ‘Arche’, fuente de acción. Una palabra que también inspiró el nombre de su hijo, Archie Mountbatten-Windsor.De ahí su importancia simbólica.
Según el tabloide The Sun, el matrimonio no presentó la documentación necesaria ni pagó las tasas. Después de la negativa, lo intentaron con la oficina de patentes de Estados Unidos el pasado 3 de marzo. Pero lo sorprendente es que la organización Cobblestone Lane LLC está relacionada con el abogado de Hollywood que trabajó para Markle.
Una nueva alegación que tampoco pasó la prueba el pasado 26 de mayo. A partir de ahora, se pondrán en marcha una serie de cambios y si su abogado, Marjorie Witter Norman, no consigue que sigan adelante, el 22 de agosto, abandonarán su propósito.
En cualquier caso, su nueva Fundación comenzará a trabajar a partir de 2021, debido a la situación de crisis sanitaria y el movimiento Black Lives Matter . “Lo que está absolutamente claro es que quieren hacerlo bien y no tiene sentido apresurarse … Están empezando una nueva vida, una nueva era. Se trata de hacerlo bien y de asegurarse de que puedan marcar la diferencia en lo que quieren hacer”, le contó una fuente a The Daily Mail.
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