La edad le está sentando a las mil maravillas a Victoria Beckham, convertida en una de las mujeres más admiradas de la moda británica gracias a sus diseños y también a su estilo personal. Sin duda estamos ante la británica más copiada, solo por detrás de Kate Middleton: sus ideas de estilismo y las prendas con mas personalidad de sus colecciones son citadas hasta por Zara. Sin embargo, no siempre tuvo esta posición de privilegio entre las más elegantes del país. En sus inicios, cuando triunfaba con Spice Girls, su vestuario era más epatante que edificante. De ahí que la metamorfosis que ha sufrido su armario sea aún más espectacular. Gracias a una entrevista en el diario «The Guardian», sabemos ahora qué reflexiones suscita este cambio tan apabullante a su protagonista.
En la entrevista, Victoria Beckham reconoce que está repensando la manera en la que opera su marca de moda, como sucede en tantas otras firmas que han de reconsiderar la cadencia de las colecciones, los desfiles y las presentaciones. No tiene que ser una tarea complicada para una mujer que se reinventó con 34 años, en un destino profesional completamente nuevo que no la recibió demasiado bien. Su evolución en la moda tiene mucho que ver con su propio estilo, que se ha ido refinando desde lo simplemente sexy hasta un minimalismo con poso británico. ¿Por qué vestía siempre en la misma clave ajustada y sexy? Su respuesta es síntoma de una buena dosis de reflexión personal: «Cuando miro atrás, lo intepreto como un síntoma de mi inseguridad», reconoce.
«Ahora mi estilo es más relajado», continuó explicando Victoria Beckham. «Estoy muchísimo más ocupada y no puedo moverme de acá para allá en el estudio subida a unos tacones altos. Ser madre, esposa, diseñar… Estoy todo el día de un sitio para otro. Además, mi confianza ha aumentado definitivamente con la edad. Sé lo que me sienta bien, lo que me funciona, lo que me hace sentir cómoda y segura. Ya no siento que tenga nada que probar con la ropa que llevo».
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