Una semana después de que saltara la noticia de que el príncipe Joaquín de Bélgica se había contagiado con el coronavirus en una visita a España, el asunto sigue coleando. Y eso que él ya ha asumido su responsabilidad y su culpa, manifestando arrepentimiento y que asumirá las consecuencias tras haber asistido a una fiesta en la que no se cumplieron las normas de distanciamiento social.

Si bien es cierto que la versión oficial que se ha dado es que su paso por nuestro país atendía a que tenía que ocuparse asuntos laborales, ahora hay una nueva versión de por qué voló, con todas las restricciones conocidas de sobra a lo largo y ancho de Europa de circulación de personas, hasta Córdoba.

Se había dicho que ese viaje, realizado el pasado 24 de mayo, atendía a que tenía que hacer unas prácticas laborales en suelo español, pero ahora el diario ‘Le Capitale’, descubre otra realidad. «La verdadera razón de este viaje sería dar una sorpresa a su novia, Victoria, que celebró su 30 cumpleaños el 25 de mayo», se puede leer en el mencionado medio.

Recordemos que el príncipe belga mantiene, desde hace unos años, una relación sentimental con la cordobesa Victoria Ortiz Martínez-Sagrera. Y esa celebración, llevada a cabo por ella, sería lo que habría movido a Joaquín a acabar en Córdoba, con el componente extra de polémica que esto supone, ahora mismo, y que él deberá explicar.

Porque el periplo para llegar allí, fue interesante. El medio belga detalla que Joaquín cogió dos vuelos hasta llegar a suelo español: Bruselas-Frankfurt y Frankfurt-Madrid. Una vez en la capital de españa, se movió hasta Córdoba en AVE.

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