La hora de la verdad; \u2018Hercai\u2019

QUÉ HA PASADO

• Gönul sospecha que Firat es su hermano desaparecido.

• Azat se emborracha.

Miran regala una romántica velada a Reyyan, pero ella no se siente capaz de darle ni un beso. Él le asegura que esperará y, de vuelta en la mansión, insiste: “En este cuarto solo pasará lo que tú desees y cuando tú dispongas”. En casa de los Sadoglu, Cihan revela a su padre el plan para acabar con los Aslanbey: “Haremos que Azat y Elif se enamoren”. Nasud aplaude su idea.

Ajeno a esto, Hazar se cita en secreto con Esma. “Sabes que no maté a la madre de Miran. ¿Por qué no se lo has dicho? A ti te creerá. ¿Me sorprende que hayas permitido que crezca con tanto odio?Tú no eras así”, asegura. Sin revelarle que su señora la tiene amenazada con Firat, la criada le responde que debe preocuparse por su hijo y se va lamentando no poder ayudarlo.

Firat cumple las órdenes de Miran a rajatabla

Miran y Reyyan se despiertan felices y dispuestos a desayunar en familia, pero Azize frustra sus planes al comunicarles que están en boca de todos desde que la chica se dejó ver en público con su primo y exprometido. “¡Qué vergüenza! ¿Cómo vas a limpiar la imagen de nuestra familia?”, pregunta a su nieto. El joven se marcha para hablar con Firat, a quien ordena organizar un convite en el centro del pueblo para la gente por su boda.

Luego, pide a Reyyan que se vista de gala y que lleve el colgante de los Aslanbey. A su abuela también le exige etiqueta y a ninguna explica adónde van cuando se suben al coche.

Al llegar a la plaza, cientos de personas saludan al joven y le agradecen la invitación. Él, cogiendo de la mano a su esposa, la presenta como tal y se dispone a comer con ella y con su abuela, que intenta irse. Se produce entonces un cruce de acusaciones en el que la señora dice a su nieto que pregunte a Reyyan por qué se casó con él. “Para evitar la muerte de su primo Azat, no por amor a ti”, responde victoriosa ante el silencio de la chica. Reyyan se defiende con otro ataque: “Explique a su nieto por qué los secuestradores me entregaron una nota para usted”. Miran espera inquieto…


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