Ha pasado un año desde que Sara Carbonero hiciese público que le habían operado de un tumor maligno en el ovario. La noticia dejó a todos en shock sobre todo porque llegaba dos semanas después de que su marido, Iker Casillas, sufriese un infarto durante un entrenamiento con el Fútbol Club Oporto en mayo de 2019. «Cuando aún no nos habíamos recuperado de un susto, la vida nos ha vuelto a sorprender. Esta vez me ha tocado a mí, esa dichosa palabra de seis letras que todavía me cuesta escribir. Hace unos días en una revisión, los médicos me vieron un tumor maligno de ovario y ya he sido operada», escribió en un post.
Durante todos estos meses ha seguido un duro tratamiento y las pertinentes revisiones que la han obligado a viajar hasta Madrid, para acudir a la Clínica Ruber Internacional donde está siendo tratada. Quizás porque lo peor ya ha pasado y no ha perdido el optimismo en ningún momento ha decidido naturalizar y compartir públicamente su nuevo pelo corto a lo chico, efecto secundario de las sesiones de quimioterapia que todos los enfermos de cáncer sufren.
Aunque algunos quieran disfrazarlo de cambio de ‘look’, no es cierto. Lo único que ha querido Sara con 36 años es dejar de ocultarse en un pelo que no era el suyo por eso era de esperar que recibiese piropos y mensajes de ánimo. Sobre todo, por su valentía de mostrarse tan real y auténtica y por el ejemplo que da a otras muchas mujeres que como ella sufren esta enfermedad.
En la imagen que ha compartido a través de Instagram y que ya ha recibido más de 268 mil likes aparece en su casa de Oporto, muy relajada sentada en una escalera, y con el mensaje de “Boa tarde” (buenas tardes en portugués), junto a los hashtags #vamosaporlasemana #la calma #Porto #slowlife.
«Y no hay luz más bonita que la tuya. Love you siempre, comadre», le ha escrito su gran amiga y presentadora de Informativos Telecinco, Isabel Jiménez, aunque no ha sido la única que ha resaltado la belleza de Carbonero. «Anda hija, que no se puede estar más guapa ya», le ha dicho Eva González o Paula Echevarría que hace poco la visitó en Oporto que le ha escrito «Pero qué guapa estás, joía». Por su parte, Cristina Pedroche, que ha contestado a la publicación de Sara en Instagram con un «Preciosa, siempre» y tres corazones, confesó en el programa Zapeando (La Sexta) que la imagen había tocado la fibra a todos los “zapeadores”, refiriéndose a los espectadores del espacio.
La paz en Oporto
La periodista y su familia están a punto de cumplir cinco años que se trasladaron a Oporto. Allí gozan de una vida tranquila, alejada del foco mediático y sobre todo es un lugar idóneo para sus dos hijos, Lucas y Martín, de 4 y 6 años, que disfrutan de la playa y de la naturaleza que les envuelve. Durante este último año, aunque Sara ha dejado aparcados sus compromisos profesionales, ha seguido muy activa en redes sociales donde comparte fragmentos literarios y algunos pensamientos siempre positivos como “cuando termine todo esto-porque terminará- quiero que el mundo se llene de primeras veces” de Carlos Gómez B.
Durante la crisis del COVID-19 Sara no ha querido olvidar su papel de Embajadora de Unicef y por eso donó 22.264 pares de guantes y 26.934 mascarillas respiratorias para prevenir el contagio y la expansión del virus. Tanto Iker como ella se han apoyado mutuamente este último año. El guardameta que ha cambiado radicalmente su vida tiene como objetivo presidir la Federación Española de Fútbol.
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