No es ninguna novedad decir (again) que somos súper fans de los garbanzos. Porque tienen mucha proteína vegetal –“las proteínas deben aportar el 15% de las calorías de la dieta”, según Krissia–, mucha fibra, vitaminas A, E y C, cantidad de minerales como sodio, calcio, hierro, potasio y magnesio. Porque están buenísimos. Porque nunca fallan cuando queremos hacer pinitos en la cocina fusión (es más fácil que ese experimento culinario sepa a norte de África o a Oriente Medio si le añades garbanzos).
Y porque en su versión ya cocida, listos para escurrir y tomar, te sacan de un apuro en lo que tardas en abrir un bote. Tenemos dos recetas casi, casi, casi iguales de comfort food a base de garbanzos para entrar en bucle y no querer salir: falafel y tortitas. ¿Cómo estás hoy, en modo plancha o en modo horno?
Falafel al horno
Medio bote de garbanzos cocidos, media cebolleta, dos dientes de ajo, perejil fresco, cilantro fresco, media cucharadita de comino, dos cucharadas de harina, zumo de lima o limón, aceite de oliva virgen extra, sal.
Lava y escurre los garbanzos y échalos en el vaso de la batidora junto a la cebolleta, los ajos, el perejil, el cilantro, el comino, la sal y el zumo de lima. Pica durante 10 segundos. Para, incorpora una cucharada de aceite de oliva virgen extra y tritura de nuevo hasta que quede una pasta integrada. Pruébala para testar el punto de sazón: tiene que estar sabrosa, especiada, con el punch de las especias y un toque ácido del limón.
Forma bolas del tamaño de albóndigas y colócalas sobre una fuente de horno cubierta con papel de hornear. Mete la bandeja en el horno precalentado a 180º durante 15 minutos, dale la vuelta a las bolas y continúa horneando 10 minutos más. Calentitas con pan de pita y una ensalada tipo tabulé están DE VICIO.
Tortitas de garbanzos, zanahoria y avena
Medio bote de garbanzos cocidos, una zanahoria, media cebolleta, un huevo, media taza de harina de avena, medio diente de ajo, cilantro fresco, media cucharadita de comino molido, media de cúrcuma en polvo, pimienta negra, ralladura de lima, aceite de oliva virgen extra, sal.
Lava y pela la zanahoria y rállala. Pica muy finos la cebolleta y el ajo. Aclara y escurre los garbanzos y cháfalos con un tenedor. Mézclalo todo en un bol. Añade el huevo y mézclalo para que se integre con los vegetales. Añade el cilantro fresco picado muy fino, el comino, la cúrcuma, la sal, pimienta negra molida y la ralladura de lima. Mézclalo todo bien.
Añade dos cucharadas de harina de avena y mezcla, tiene que quedar una masa densa pero jugosa, no seca, para que al cocinarlos no se desmoronen. Forma bolas con las manos y aplástalas formando discos de un centímetro. Calienta una plancha o sartén con una cucharada de aceite y cocina las tortitas dos minutos por cada lado, hasta que estén doradas.
Tanto el falafel como las tortitas están riquísimos calentitos, recién hechos. Les va genial una salsa estilo griego (yogur natural, cilantro, sal, pimienta molida y unas gotas de zumo de limón). Y una ensalada fresca y crujiente de hojas verdes. Éxito asegurado para los aprendices de la fusión.
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