El problema del príncipe Guillermo con sus hijos a la hora de cenar (y el de muchas familias)

Todas las familias han experimentado momentos de tensión derivados de las medidas de confinamiento que han dejado a sus miembros encerrados en el mismo espacio durante largas semanas. Algunas de esas situaciones han surgido a la hora de la comida, momento que, para los niños a los que no les gusta comer de todo y sus padres, puede convertirse en una pesadilla. Algo que el príncipe Guillermo y Kate Middleton saben de primera mano.

El príncipe Guillermo tenía previsto visitar Escocia esta semana, para cumplir con el papel de alto comisionado de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia, que Isabel II le otorgó a principios de año, pero la crisis ocasionada por la Covid-19 se lo ha impedido. En su lugar, el duque de Cambridge –o conde de Strathearn, como es conocido en Escocia– ha mantenido varias videollamadas con diferentes organizaciones benéficas que están poniendo de su parte para ayudar a quienes más lo necesitan en la pandemia. Ha sido en la que ha mantenido con Charlie Farrally, chef de PEEK Project -que se dedica a mejorar las oportunidades de los niños que se encuentran en situaciones desfavorecidas- donde ha contado uno de los secretos mejor guardados de Anmer Hall.

Desde la organización han conseguido repartir una media diaria de 300 comidas para niños y familias que lo necesitan. El príncipe Guillermo ha podido disfrutar de un tour virtual del camión de comida que reparte los enseres y los representantes de la organización le han explicado que intentan quitarle la presión a los padres, que ya tienen suficiente con lidiar con los efectos del confinamiento en niños que a veces tienen necesidades especiales.

Hablando sobre las comidas –como no podía ser de otra forma– el chef de la organización le sugiere al príncipe Guillermo que él debe saber muy bien que “el peor momento del día es la hora de la cena”. A lo que el duque de Cambridge responde entre risas que “depende de lo que haya en la mesa”. Y continúa explicando: “si los padres ponen algo que a los niños les encanta, entonces la hora de la cena va muy bien. Pero si pones de comer algo que no quieren, entonces el juego termina”.

No es la primera vez que los duques de Cambridge se atreven a dar detalles personales de la vida diaria con sus hijos en lo que llevamos de pandemia. En una entrevista con la BBC, Kate Middleton confesó que habían tenido “altibajos” durante la cuarentena y que la hora de los deberes también podía volverse “complicada” en casa.

Guillermo también ha tenido tiempo para alabar las aportaciones de la asociación a la sociedad y les ha expresado sus ganas de conocerlos a todos: “espero que cuando vaya a Glasgow dentro de poco, pueda acercarme a veros y a felicitaros en persona”. Las otras videollamadas que ha mantenido durante la semana han sido con Lifelines Scotland, que representa a la ambulancia escocesa, la policía y los servicios de rescate; o con Finding Your Feet, que proporciona apoyo físico y emocional a personas con miembros amputados. Además, los duques están implicados personalmente en causas caritativas con la organización que lanzaron en abril: Our Frontline, que se dedica a ayudar a los trabajadores esenciales que necesitan apoyo.

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