Bienvenidas sean las plataformas a nuestras vidas. Nunca antes habíamos tenido tantísima oferta de ficción a nuestra disposición. Además, esta nueva ola televisiva trae de la mano a variosrostros que hasta ahora habían sido más habituales en el cine. Y entre esas caras está la de la rubia más legal de la industria: Reese Witherspoon.
La actriz, especializada en comedia durante sus primeros años, ha sabido diversificar sus papeles y ha demostrado su versatilidad en pantalla, llegando incluso a hacerse con un Oscar (entre otros galardones) por su papel como June Carter, esposa de Johnny Cash en Walk the Line (En la cuerda floja en español).
Pero mucho antes de ese momento, Reese ya hizo su primera aparición en televisión. Fue en la miniserie Return to Lonesome Dove (1993), un western en el que coincidió con actores de primera línea como Jon Voight (Ray Donovan), William Petersen (C.S.I. Las Vegas) y Chris Cooper (Homecoming, segunda temporada). Aquí podemos verla con 17 añitos (min. 21.15):
No fue hasta el 2000 cuando volvió a pasarse por la televisión. Ocurrió en King of the Hill, una comedia de animación creada por Mike Judge (Silicon Valley) y Greg Daniels (The Office), donde puso voz al personaje llamado Debbie. Pero lo más relevante de ese año estaba por llegar. La comedia de la década encontró un hueco para Reese Witherspoon como Jill Green, la pija e impertinente hermana de Rachel en Friends. Pocas veces un papel tan breve (dos episodios) ha sido tan recordado.
Entre 2002 y 2003 participó en Los Simpson con el doblaje de Greta Wolfcastle en el episodio Bart quiere lo que quiere y también formó parte de una ambiciosa antología llamada Freedom: A History of Us, una serie de 16 capítulos independientes que, con uno de los mejores repartos de Hollywood, narraba la historia de los héroes americanos. Reese prestó su voz en tres episodios, a saber: Whose Land Is This?, Yearning to Breathe Free y Liberty for All.
Durante casi una década se dedicó por entero a su carrera cinematográfica, pero en 2011 volvimos a verla haciendo de sí misma en After Lately, una comedia al estilo documental sobre la trastienda del show de la presentadora y cómica Chelsea Handler. También quiso aparecer en el programa de The Muppets, nada menos que junto a Peggy.
Ese mismo año, participó en otro proyecto divulgativo, pero esta vez en favor de la protección y cuidado de los ecosistemas. Se trata de Nature Is Speaking, una serie de cortos documentales con narradores de excepción como Julia Roberts o Harrison Ford, que tratan de concienciar sobre el respeto al planeta.
La edad dorada de Reese Witherspoon en televisión
En los últimos cuatro años, la actriz de Nueva Orleans ha sabido ver dónde estaban las oportunidades en la pequeña pantalla. Así, potenciando su labor como productora, ha formado parte de tres proyectos de los más ambiciosos de la televisión, dos de ellos en plataformas.
En 2017 se estrenó como Madeline en la premiada Big Little Lies (HBO). Esta serie le ha traído múltiples alegrías: tuvo nominaciones como Mejor actriz principal en Los Emmy, los Globos de Oro y los SAG Awards.
Tras dos temporadas, en 2019 también pudimos verla en la gran apuesta para el estreno de la nueva plataforma del gigante de las tecnologías. The Morning Show era la carta de presentación de Apple TV+, que además servía para reunir en pantalla a las hermanas Green (su compañera de reparto es Jennifer Aniston).
Ahora la vemos en su más reciente estreno, Little Fires Everywhere. La serie producida y estrenada por Hulu que veremos en España a través de Amazon Prime Video nos muestra a Reese Witherspoon en un nuevo registro. La cuadriculada Elena Richardson verá su mundo transformado por completo con la llegada de Mia Warren (Kerry Washington). Esta artista enigmática, con su claro desprecio por las reglas, acabará amenazando la rígida comunidad en la que vive Elena.
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