Vamos a gastar más en lo que nos enamore, así que toca enamorar al cliente: la nueva normalidad según Zubi Design

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“Viaja con Zubi” es la frase que cierra la presentación en la página web de esta firma hecha en España. Una frase que, en tiempos de coronavirus, se vuelve más inspiracional que nunca. Las hermanas Mercedes y Elena Zubizarreta empezaron en 2012 vendiendo bolsos y carteras de mano con sugerentes estampados extraídos de sus viajes. Un recuerdo ilustrado, en una gama de colores exquisita, al que acompaña las coordenadas de GPS del destino que la clienta llevará a partir de ahora en su mano o bajo su brazo. En estos ocho años de existencia, Zubi se ha consolidado, ha establecido un punto de encuentro con sus clientas en la madrileña calle de Zurbano, ha crecido y ha ampliado su cartera de productos, ofreciendo además de sus deseados accesorios, colecciones de ropa. Una trayectoria segura, con los baches propios de los que emprenden, y que en esta crisis ha visto cómo se tambaleaban todos sus cimientos.

Zubi ya se encontraba teletrabajando dos días antes de decretarse el estado de alarma y con la tienda cerrada, tal y como nos cuentan las hermanas Zubizarreta. Una primera etapa que vivieron con bastante temor, “más por no saber qué hacer que por la enfermedad, ya que en ese momento era todo muy abstracto”, confiesan. La parte más afectada del negocio ha sido la de los puntos de venta física que, como ellas, tuvieron que cerrar antes de haber servido toda la colección de primavera-verano. Fue un momento de angustia que en seguida se transformó en creatividad y así, una vez más, Zubi encontró la manera de llegar a su público. Lo hizo a través de las redes sociales, con un vídeo diario que Mer, como llaman a Mercedes, publicaba a modo de diario: “Hemos compartido nuestro día a día, ya lo hacíamos antes, pero desde casa es más intenso. En estos vídeos hemos enseñado todo lo que nos apasiona y cómo lo vivimos”. Esta serie terminó el 1 de mayo, Día del Trabajador, en el que casualmente comenzaban una nueva fase. Ese día finalizaron el ERTE que habían realizado a sus trabajadores y se pusieron en marcha aunque, por el momento, manteniendo su tienda cerrada. “Por ahora seguimos esperando para abrir, mientras que la gente no pueda moverse libremente, creemos que es más prudente no hacerlo. No somos de primera necesidad, y el que alguien tenga que estar cara al público es un riesgo para esa persona, así que vamos a hacerlo a nuestro propio ritmo”, nos cuentan.

Por este motivo, el comercio digital se ha vuelto fundamental, “obviamente ha recogido parte del flujo de tienda, por lo que en ese canal se han incrementado”. Además, Mer y Elena creen saber dónde está la clave: “Por suerte tenemos un producto muy gustoso de regalar, y en esta situación, mandar un regalo de día de la madre o hacerte un autorregalo es casi necesario”.

A pesar de todo, Mer y Elena son de las que han sabido sacar la parte positiva de esta crisis, “es el parón que toda marca tendría que hacer cada año, y que nunca nos atrevemos a hacer por lo demandante que es el día a día. Pese al miedo a una debacle, hemos decidido fijarnos en lo positivo, que en nuestro caso ha sido mirar hacia dentro, y centrarnos en lo que es importante para nosotras, eliminando cosas que se habían quedado en nuestra vida por inercia, y que en realidad no nos gustaban”, reflexionan.

Aun así son conscientes de que hay partes de su negocio que se van a ver afectadas, por el apoyo necesario a sus talleres principales y por esta nueva forma de vivir que se nos ha impuesto. Otro ajuste al que de nuevo ven su beneficio: “El otro día al editar la colección de otoño nos dimos cuenta que ahora sí que es nuestra colección soñada, y que al centrar más las prendas, estamos más felices con el resultado”.

Las hermanas Zubi tienen claro que el futuro que nos espera será más digital, la tienda física es además su estudio y están convencidas de que va a ser “más flagship que nunca gracias a las cosas que van a ocurrir como escaparate de la vida en Zubi”. Elena y Mer consideran que la flexibilidad será fundamental en la nueva normalidad que se anuncia y están convencidas de que “vamos a gastar más en lo que nos enamore, así que toca enamorar al cliente sin parar de todas las formas posibles. En nuestro caso será no volviéndonos a fijar en lo que hacen el resto a nuestro alrededor y ¡hacer sólo lo que nos guste!”. Los números de la cuarentena les han dado la pista para seguir su instinto. Unos números que comparten en su web y que sirven de balance de una situación histórica: “2.479 euros donados a Cruz Roja; 0 miembros del equipo contagiados; Todos los talleres listos para volver al trabajo; bolso más vendido: Pouch Dalmatia; 50 comidas cocinadas”.

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