Historia de dos ciudades

A un lado de State Street, la ciudad de Bristol, Tennessee, con 25.000 habitantes. Al otro, la de Bristol, Virginia, con 18.000 almas. A un lado, un estado, Tennessee, 15.000 casos confirmados de coronavirus y 250 muertos. Al otro, Virginia, 25.000 contagios y 850 muertos. A un lado, en Tennessee, la parrilla de O’Mainnin’s, hamburguesas y música en directo, abierta. Al otro, en Virginia, Quakers, alitas de pollo con veinte salsas diferentes, cerrado. A un lado, en Tennesse, un gobernador republicano que empezó a reabrir los locales a finales de abril. Al otro, en Virginia, uno demócrata que está esperando a este fin de semana para hacerlo. Entre medias, un virus, el mismo, el mismo que en todo el mundo, y dos rayas amarillas rectas paralelas pintadas en el suelo separando ambos estados.

Los dueños de los restaurantes en Virginia ven a sus colegas en la otra acera friendo filetes y quedándose con sus clientes y niegan con la cabeza porque los virus no entienden de límites interestatales ni de pintura amarilla ni ellos, por lo que se ve, de políticos ni pandemias. Desde el otro lado, resignados, les devuelven la mirada los otros, encogidos de hombros como diciendo: esto es lo que hay; si Dios te da vacas y tu gobernador republicano permiso para abrir entonces haces parrilladas.

Hay cosas que uno se cree que solo pueden suceder en los Simpson. Pero si pasan en los Simpson, en realidad, es porque esa América de Make America great again es así. No sé si great, pero sí fascinante. Con esa fascinación que tienen a veces las cosas que te repelen pero que no puedes dejar de mirar o las que ansías comprender pero nunca logras descifrar del todo. Como la América de Bristol. Allí, a la entrada de la ciudad, un cartel recibe a los visitantes. “A good place to live”, dice, con dos flechas que apuntan a VA, Virginia, y a TENN, Tennesse. Habrá que ver si es cierto. O si se cumple solo en un lado, que todo es posible ya.

David López Canales es periodista freelance colaborador de Vanity Fair y autor del libro ‘El traficante’. Puedes seguir sus historias en su Instagram y en su Twitter.

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