Se ha convertido en una de las concursantes más polémicas de la historia de Masterchef y su expulsión por presentar una perdiz sin desplumar fue uno de los momentos más tensos de la historia del programa, ya que el jurado reconoció públicamente que se habían equivocado al seleccionarla.
En una entrevista al Diario de Córdoba ha realizado unas declaraciones, Saray ha realizado unas declaraciones que si fuera verdad, dejarían en un mal lugar al programa. «Yo no me presenté, ni lo había pensado en ningún momento, pero una redactora de búsqueda que se dedica a buscar perfiles contactó conmigo, yo les dije que yo sabía cocinar lo típico de una casa, pero nada más y como insistieron, decidí presentarme. Yo fui la primera sorprendida cuando entré, después de un casting de más de 30.000 personas«, dice.
Cree que es evidente por qué la cogieron, vuelve a decir que le encantaría participar en un reality y asegura que sintió que iban a por ella desde el primer día. «Desde que empezó el programa, me sentí que yo era el punching ball de MasterChef. Desde el primer día se veía que todos iban contra mi. El pájaro muerto fue una forma de protesta«.
Trato discriminatorio
Saray comenta que quiso abandonar, pero no pudo. «Yo tenía un contrato, no podía irme, tenía que esperar a que me echaran«, asegura. «Lo que sí creo que está claro es que el jurado tenía dos formas de juzgar, una para Saray y otra para el resto. En el postre que yo hice, por ejemplo, había que hacer algo que nos recordara a nuestra infancia y mi infancia es batido y galletas, nada más. ¿qué querían que hiciera?. Decían que era muy básico, pero el que iba delante mía preparó una mamacedonia. Yo hice una masa con piñones, almendras, miel, canela… y me pusieron como un trapo y al de la mamacedonia, que muy bien. Hubo doble vara de medir. Yo creo que fueron a cuchillo conmigo«.
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