“¿Creeis que se me ha ido la cabeza?”. La pregunta la lanzaba el propio Marc Jacobs a través de su última publicación en su cuenta de Instagram a su cerca de millón y medio de seguidores. La imagen con la que el diseñador ilustraba el comentario nos daba una idea muy aproximada de a qué se refería, luciendo un pañuelo sobre la cabeza anudado al cuello (como lo lleva Isabel II), gafas de sol con montura de carey, un abrigo de leopardo, pulseras de oro, un collar de perlas y la inevitable mascarilla. Y es que desde que Jacobs se confinara en su casa el pasado mes de marzo, su cuenta de Instagram se ha convertido en una ventana al mundo desde la que no deja de sorprendernos y por lo que muchos ya le consideran el influencer definitivo.
Desde que el neoyorquino iniciara su andadura en el mundo de la moda al fundar su firma homónima en 1986, si algo le ha caracterizado ha sido su afán por romper los moldes. Desde la polémica colección grunge que diseñó para la firma Perry Ellis en el 92 hasta su paso por la firma francesa Louis Vuitton, de la que fue director creativo hasta 2013 después de dieciséis años en los que lanzó colaboraciones con artistas como Takashi Murakami o Stephen Sprouse. Centrado desde entonces en su marca propia, Jacobs ha trabajado la irreverencia desde un cuidado gusto por la estética.
Todo este torrente creativo ha encontrado una nueva vía de escape ahora que el diseñador se encuentra confinado en su apartamento de Manhattan y ha sabido hacer del trabajo en remoto un asunto de interés global para el circuito de la moda. Todo comenzó el pasado mes de noviembre con un par de botas de plataforma de Rick Owens que se convirtieron en su obsesión a la hora de hacerse infinidad de selfies. Tan en serio se lo ha tomado que, desde que no puede salir de casa, ha comenzado a airear su nutrido vestidor, creando un look especial para cada día en el que los abrigos de Prada se codean con sus vaqueros favoritos de Celine o las últimas americanas de Gucci. Una osadía que han aplaudido todos sus seguidores.
Y la cosa no queda aquí. El horizonte de posibilidades que su cuenta de Instagram le ha proporcionado le ha incitado a lanzarse a hacer conexiones en vídeo en directo diarias con tutoriales de maquillaje. Desde cómo pintarse las uñas de los pies hasta animar un sábado por la noche recreando el ahumado de ojos del protagonista de una de sus películas favoritas: The Rocky Horror Picture Show. Todo ello utilizando los productos de su propia línea homónima de cosméticos, que lanzó en 2013.
Cuando Jacobs no está preparando sus próximos looks, charla con amigas como Naomi Campbella través de entrevistas que emiten en Youtube, celebra su cumpleaños (el pasado 9 de abril) con un selfie desnudo en el baño de su apartamento o saca a pasear a sus dos perros, a los que también ha convertido en estrellas de la red: el bull terrier Neville y Lady, que cuentan con sus propias cuentas de Instagram. La mejor forma de mantenerse ocupado durante este parón laboral de la que muchos estarán más que agradecidos.
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