Aunque Harry y Meghan Markle ya no formen parte de la Familia Real británica, hay costumbres aprendidas en su seno que nunca se olvidan. Por ejemplo, dotar de significado hasta el más mínimo detalle de las publicaciones que realizan en redes sociales. ¿El motivo? Poder lanzar mensajes ocultos que ellos no pueden expresar con palabras por respeto a la institución.
De ahí que cuando vivían en Londres eligieran con cuidado todo lo que se ponían antes de acudir a un acto público. Eran conscientes que el color de su ropa, el corte, el peinado o incluso las joyas que lucían expresaban lo que sentían sin tener que verbalizarlo. Y algo parecido han intentado con el vídeo que subieron a Instagram hace unos días con motivo del primer cumpleaños de su hijo Archie.
Se trataba, en teoría, de un inocente clip en el que Markle aparecía leyendo junto a su pequeño el libro infantil Duck! Rabbit!. Una adorable escena familiar que Meghan envió a Save The Children para apoyar una campaña de recaudación de fondos de esta ONG para luchar contra el coronavirus.
Pero como decíamos, los fans de los Sussex están acostumbrados a analizar hasta el más pequeño objeto que les rodea en busca de un mensaje oculto. Y al parecer, el libro que Meghan eligió para esta ocasión lo tiene: dar las gracias a su amiga Oprah Winfrey por ser su principal apoyo ahora que viven en Los Ángeles.
Según han descubierto varios fans, en la portada del libro aparecía una pegatina en la que se leía ‘Archie’s Book Club’. Una con un diseño muy parecido a las que se ponían en la portada de las novelas que la presentadora recomendaba mensualmente en su archiconocido Oprah’s Book Club.
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Al principio solo era una suposición. Pero hoy un representante de Winfrey ha confirmado en Entertainment Tonight que, efectivamente, Duck! Rabbit! es un regalo que Oprah le hizo a Archie. ¿Y qué mejor manera de agradecérselo que darle el honor de ser precisamente ese libro el primero con el que el hijo de Meghan y Harry se saca un vídeo?
Claro que qué menos después de que la presentadora les haya ayudado también a encontrar la impresionante mansión en Beverly Hills a la que se han mudado. Desde luego, quien tiene una amiga tiene un tesoro. Sobre todo cuando es una tan poderosa como Oprah.
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