En tiempos de crisis toca adaptarse y, al igual que las peluquerías y centros de belleza se han visto obligados a acondicionar sus espacios para poder volver a abrir al público, el selfie también ha tenido que reinventarse a causa del coronavirus. Su nueva versión, es el maskie (selfie con mascarilla), un autorretrato presente ya en redes sociales, que obliga a prestar especial atención a la mirada.

“La belleza desviará su punto de atención a otras zonas del rostro. Nuestros ojos recuperarán el protagonismo que habían perdido en detrimento de la boca y sus técnicas voluminizadoras. El tercio medio superior de la cara desbancará al inferior, ahora tapado con la mascarilla”, asegura María Teresa Achiques,  directora médica de la clínia Sensabell. De hecho, pondremos más en práctica la llamada sonrisa de Duchenne, que “es aquella en la que en la que los ojos sonríen al mismo tiempo que la boca, donde se activan de forma involuntaria músculos que no participan en las sonrisas de cortesía”, explican desde Lancôme. Este nuevo gesto requiere de cuidados específicos para la zona del contorno de los ojos, de un diseño de cejas y de un maquillaje que los realcen.

Cuidados cosméticos

El contorno de los ojos, al igual que el de los labios, es una zona especialmente delicada, ya que la piel que la recubre es más fina que la del resto del rostro. Por eso en esta área es donde primero se muestran los signos de la edad: líneas de expresión y pequeñas arrugas. Ahora, más que nunca, el uso de un buen contorno de ojos, aplicado tanto mañana como noche, se hace imperativo. Si tu problema son las patas de gallo tendrás que elegir un tratamiento que incluya retinol en su fomulación, ya que este activo es único a la hora de borrar arruguitas; si te preocupan las bolsas opta por uno que tenga un aplicador de metal, que te ayude a activar el drenaje linfático, y si tu mirada tiene aspecto cansado, el ácido hialurónico la hidratará y la vitamina C la iluminará.

También es importante que limpies tus ojos a diario con productos suaves, que eliminen el maquillaje y la suciedad sin resecarlos y respetando las pestañas, que ahora más que nunca deben estar fuertes y densas. Opta por desmaquillantes específicos aplícalos con suavidad y sin arrastrarlos; las fórmulas bifásicas u oleosas son muy aconsejables. Y, una vez a la semana aplícate una mascarilla de hidrogel que hidratará, iluminará y revitalizará tu mirada en cuestión de minutos.

Un toque de maquillaje

Las cejas son las encargadas de enmarcar nuestra mirada, por lo que un diseño profesional (cuando las autoridades lo permitan) y algo de maquillaje serán básicos. Las pestañas son las encargadas de proporcionar intensidad con ayuda de un par de capas de máscara; además, ahora es el momento perfecto de empezar a cuidarlas a diario con un sérum específico que las fortalezca y alargue. Y el corrector de ojeras será tu aliado en el momento de borrar bolsas, ojeras y signos de fatiga de manera instantánea. A partir de ahí, depende de ti añadir algún lápiz de ojos (de tonos clásicos como el negro, berenjena o gris, o de un color más llamativo), una sombra o alguna pegatina de perlas o strass que añada algo de fantasía.

Tratamientos profesionales

“El bótox será la estrella total de las consultas médico-estéticas, ya que la nueva tarjeta de presentación será el tercio superior: frente y mirada. En la parte de nuestro rostro que más se nos va a ver, por lo que deberemos mostrarla en mejores condiciones”, afirma la Dra. Virtudes Ruíz. Con las infiltraciones de toxina botulínica en frente, entrecejo y contorno de los ojos se consigue una mirada descansada, abierta y despejada. “Con ellas se mejoran las arrugas del entrecejo y la patas de gallo, se despeja la frente y se elevan las cejas. Y no es necesario repetir la sesión hasta pasados 4 o 6 meses”, añade.

En cuanto a intervenciones quirúrgicas, “rejuvenecer la mirada, que consiste en eliminar las bolsas de piel en el párpado superior y de grasa en el inferior, suprimir las arrugas del contorno y elevar la cola de la ceja, será el gran objetivo cuando todo esto pase”, opina el doctor Jesús Centeno, cirujano plástico, estético y reparador de la clínica Sensabell. Y la blefaroplastia también ganará adeptos, ya que “es la cirugía estética que obtiene un mayor índice de satisfacción, es un procedimiento sencillo, rápido y con muy buena relación entre el coste y los resultados que ofrece. Además, el postoperatorio es muy breve (no dura más de una semana) y no deja ni puntos ni hematomas”, concluye el experto.

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