- Irene Rosales ha recordado, en directo, lo complicados que fueron aquellos momentos.
- En su paso por ‘GH DÚO’, el hijo de Isabel Pantoja se abrió en cuerpo y alma al enfrentarse a su ‘curva de la vida’ y habló sobre su adicción al hachís, la marihuana y la cocaína. Además, Kiko Rivera habló sobre la muerte de su padre y sobre cómo afrontó la entrada en la cárcel de su madre.
Un año después de que Kiko Rivera desvelase públicamente su época de adicción a las drogas, su mujer Irene Rosales se ha abierto en canal y ha confesado cómo lo vivió ella. Ha sido en un encuentro online, a través de Instagram, junto a Sofía Cristo, y ambas han hablado de las adicciones tanto desde el punto de vista del enfermo como del familiar o de alguien del entorno que lo vive de cerca. La montaña rusa de emociones, los daños colaterales… Ambas han coincidido en que millones de personas sufren esta situación y han querido ayudar con sus experiencias.
Para una pareja no es tarea fácil: «Sufren ansiedad, tristeza, depresión además de pasar a ser el cuidador, la madre o el padre, porque dejas de ser hasta una pareja», explicaba Sofía. Irene ha desvelado lo que ella sentía: «Te deja frito, te taladra la cabeza. Yo por la noche me despertaba siete u ocho veces, cuando estaba en un bolo y le escribía diciéndole que me mandara un audio… Y decía: ¡¿Qué estoy haciendo?! Creo que hace ya dos o tres años, ya no lo recuerdo, que duermo como nadie…».
Donde reina el amor, sobran las leyes. Os Quiero Con Locura @irenerova24 & @riverakiko 👩❤️💋👨👩❤️👨👫🏻😘❤️😍🥰💕🔐
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Asegura que «cuando conocí a Kiko estuvimos un año de amistad y no me dio tiempo a creérmelo». Sin embargo, cuando todo avanzó comenzó a darse cuenta por los cambios de humor constantes y muchos sin sentido: «Veía mentiras tontas y él seguía hasta el fondo con su mentira». Algo muy frecuente en las personas que lo sufen.
El amor verdadero es paciente, perdona, acepta, ayuda, cree, entiende y nunca se rinde.Y yo te amo hoy, mañana y siempre.Brindemos por nuestro 14 de febrero todos los días del año. ❤️ @riverakiko
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También abordaron el tema de si sería mejor alejarse de los ambientes tóxicos, algo que Sofía cree que es necesario al principio: «Al principio sí. pero luego tienes que aprender a convivir con ello. No tienes por qué caer. Hay gente tóxica en todos los sitios. Algunos no están y otros sí. Son de mis mejores amigos y ‘mis hermanas’ y ya no toman». Y esa es precisamente la preocupación de Irene:»Es machacarte, es como si te pones el caramelito en la boca, que a lo mejor ni si te pasa por la cabeza. Es encontrarte al demonio en tu puta cara».
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